Sandra, tenés 30 años de experiencia como médica, sos ginecóloga y homeópata. Me gustaría que nos cuentes cómo llegaste la Homeopatía y cuál ha sido tu experiencia con ella.
Llegué a la Homeopatía para profundizar mis conocimientos sobre la persona y así poder ayudar de una manera más global y al mismo tiempo también ahondar en mi persona para lograr un perfeccionamiento paulatino. Como médica lo que busco y he buscado desde que me recibí es lograr la curación y la salud de los pacientes que trato. Trabajo en equipo con muchos médicos alópatas para beneficio y provecho de los pacientes.
¿Cómo funciona la Homeopatía?
A partir de mi experiencia me gustaría aportar un poco de luz sobre este punto para derribar los innumerables prejuicios de los cuales muchas veces es objeto esta medicina.
En el proceso de la percepción, captamos la realidad con nuestros sentidos, lo que vemos está en un rango, lo que oímos lo hacemos también en un rango, lo que palpamos, lo podemos hacer porque está en nuestra frecuencia, nuestro olfato y gusto también son limitados. Además, para restringirnos un poco más existe la limitación de la construcción de nuestro cerebro que decodifica la información y lo compara con lo conocido.
¿Podría ser que la Realidad vaya más allá de lo que percibimos?
Correcto. Habría entonces, una realidad evidente, y otra parte de la realidad subyacente que, aunque no sea perceptible por nuestros sentidos, está allí.
Estamos acostumbrados al paradigma mecanicista, en cambio con la Homeopatía abordamos un paradigma vitalista y dinámico.
En la medicina actual dominante, de neto corte positivista, así como también en la química moderna, se ignora lo inmaterial que hay en la naturaleza, y se da preferencia metodológica a lo cuantitativo sobre lo cualitativo.
Para el positivismo lo real -lo positivo- son los objetos que aparecen ante el sujeto cognoscente y que conoce a través de los cinco sentidos externos. La ciencia se impone descubrir la estructura causal de dichos fenómenos y elaborar leyes y teorías lo más simples posibles, aplicables en todos los procesos acontecidos en el mundo de la naturaleza. En esta visión, sólo es conocimiento científico lo objetivo y generalizable, con prescindencia de la presencia de cualquier tipo de componente subjetivo que pudiera intervenir en dicho proceso.
Para nosotros, médicos vitalistas, se trata de lo contrario. El tema de la curación jamás depende para el homeópata de una comprensión objetiva que generalice en todos los pacientes lo que debe ser diagnosticado sino, por el contrario, de comprender el carácter subjetivo e individualizado de la historia biopatográfica personal de cada enfermo.
Una de las críticas que realiza la alopatía es que la medicina proporcionada en pequeñas cantidades no produce efecto alguno.
En cambio para los médicos homeópatas nunca se trata de usar más cantidad de sustancia. Lo que se busca son los efectos dinámicos, que la más pequeña cantidad de sustancia dinamizada produzca un efecto específico que ninguna otra medicina es capaz de generar sobre el principio vital inmaterial e invisible que anima a los seres vivos.
Samuel Hahnemann, el padre de la Homepatía, publicó la primera edición de su obra Organón del arte de curar en 1810 en Tourgau, Alemania, en él establece por primera vez la base completa para la terapéutica homeopática sobre un método de estudio de las capacidades curativas de las sustancias que no corresponde sólo a las cualidades materiales de éstas, sino a ese algo más que nos habla de un poder inmaterial altísimamente individualizado, hasta el punto en que no hay dos iguales.
Esa capacidad curativa cuanto menos materia la sustente, (o sea, menos sustancia en bruto tenga la medicación), más liberada estará. Es una fuerza cualitativa y propia (exclusiva únicamente de esa sustancia), con capacidad de actuar sobre la energía vital.
¿Cómo llega Hahnemann a desarrollar este método?
Hahnemann desarrolló una metodología para la preparación de medicamentos en la época en que se descubren fenómenos tales como el magnetismo. Existen sustancias naturales como los imanes que lo son sin intervención del hombre, pues poseen per se su poder magnético, pero hay otras inertes que al recibir fricción revelan este poder. Esto no se verifica con todas las sustancias, lo cual significa que el poder no lo da la fricción sino que ésta revela una potencialidad de la sustancia en bruto así tratada.
Sumados estos dos descubrimientos, Hahnemann decidió diluir diversas sustancias con diferentes métodos y someterlas a procesos de fricción para descubrir nuevas propiedades, para ver qué ocurría cuando se pusiesen en contacto con un ser vivo.
Este conjunto de acciones sobre una muy pequeña porción de sustancia se denomina dinamización. Por eso los homeópatas cuando recetamos las diversas sustancias observamos esos poderes cualitativos ocultos en cada una de ellas que están mantenidos y potenciados en las pequeñas partes. ¨Se desarrollan los poderes dinámicos que antes estaban ocultos y dormidos¨, diría Hahnemann.
¿Entonces, cuáles son los principios que rigen a la Homeopatía?
El método de la Homeopatía es claro. Observación, hipótesis, experimentación y observación de la evidencia que confirma la hipótesis. La repetición de fenómenos puestos en las mismas condiciones, cumple así con todos los requisitos del denominado método científico.
La Homeopatía es una medicina que escucha al paciente y que a partir del lenguaje espontáneo con el que él mismo narra lo que le está sucediendo, va perfilando sus características individuales, lo que le aqueja y le produce sufrimiento. El paciente no es un caso, es una persona. Existen, por supuesto, muchos médicos tradicionales también trabajan considerando al enfermo en su totalidad, pero para muchos otros la persona es un número de cama “el de la 12”o en el mejor de los casos, un diagnóstico “la del tórax”, la idea no es generalizar, pero sí puedo decir que es muy frecuente el maltrato.
Para logar una medicina racional sería necesario interrogar a la naturaleza para observar cómo ésta logra curar en algunos casos “de manera efectiva, rápida, duradera y visible a partir de un remedio capaz de generar un padecimiento similar al que hay que curar”.
Esto es la Ley de la semejanza y es la base de todas las curaciones homeopáticas existentes en la naturaleza y/o producidas por el hombre aplicando este principio. No fue descubierta por Hahnemann, sino que ya había sido explicada por Hipócrates.
Entonces, generalmente, estamos acostumbrados a recibir un remedio para la diarrea, otro para el dolor de cabeza, otro para la gastritis…, cada uno de los síntomas reclamaría una medicación distinta. Entender qué le pasa a cada individuo va más allá de tratar y acallar sus síntomas y dolencias, debe existir una comprensión de lo subyacente, de lo no manifiesto que hace que la enfermedad aparezca. Precisamente sus dolencias y síntomas son el lenguaje, la manera que tiene el organismo de comunicar su desarmonía profunda.
¿Existiría entonces una misma causa de todos los males en una persona a partir de la cual todos los síntomas se manifiestan?
Para la Homeopatía ese Principio Vital que anima al cuerpo material y que mantiene sus partes en sensaciones y funciones en una admirable y armoniosa corriente vital es el que se desarmoniza cuando nos enfermamos.
Por eso, un concepto muy importante es que la persona se enferma en Totalidad y se cura en Totalidad. No hay una parte que se enferma sino todo el organismo física, emocional y psíquicamente.
En el Cármides, dice Platón: ¨No debe emprenderse la cura de los ojos sin la cabeza, de la cabeza sin el cuerpo, tampoco debe tratarse el cuerpo sin el alma, y ese es el motivo de que los médicos helenos ignoren cómo curar ciertas dolencias, pues desconocen el todo que también debería ser estudiado; pues nunca puede estar bien la parte si no lo está el todo¨.
Las noxas Físicas o Emocionales, – impactan sobre el Principio Vital y éste, dependiendo de su idiosincrasia (forma individual de susceptibilidad), desarrollará síntomas o no.
Estos síntomas van a ser particulares, característicos e individuales de la persona que los presenta. Esto quiere decir que si tiene dolor de cabeza va a ser de la manera propia e individualizada de ese paciente.
¿Este método de tratamiento requiere, entonces, un vínculo médico-paciente diferente?
Es necesaria una relación médico-paciente fraterna, donde exista un espacio en el cual el paciente se encuentre a sí mismo y pueda relatarnos sus males con su forma particular e individual de vivenciarlos. El paciente de esta manera, tiene un contexto donde aprende a reconocerse.
Cuando una persona está desarmonizada aparecen sensaciones que focalizan la conciencia en este disturbio, su vida está teñida con esa sensación, no es una cuestión racional, es una sensación vital.
Cuando se habla de medicinas tradicionales, aquéllas que consideran al ser humano como una totalidad y que se rigen por leyes cosmológicas e inmutables, se alude a la medicina tradicional china, en extremo Oriente y a la medicina ayurvédica de la India, ¿la Homeopatía sería entonces la medicina integral y cosmológica de Occidente?
Efectivamente, se trata de una medicina basada en leyes naturales. La Homeopatía es una medicina vitalista ya que considera que somos seres vivos, que tenemos un Principio Vital que nos anima, automático y presente en todo el organismo. Por eso Hahnemann hablaba de la doble condición del hombre, orgánica y espiritual.
A través de un medicamento homeopático, no sólo los síntomas objetivos deben ser curados, sino que la persona deberá ser libre de sus sensaciones que la llevaron a tener una visión distorsionada. Estas sensaciones son existenciales y condicionan a la persona o su entorno.
Vemos la vida a través de los anteojos de los celos, vergüenza, miedo, falta de confianza, desilusión, abandono, etc. El objetivo de la Homeopatía es que el paciente sea armonizado, a partir de lo cual, sin esfuerzo, logre tener una actitud diferente frente a la vida.
Dice Hahnemann ¨En el estado sano, el poder vital, como de índole espiritual, anima al cuerpo material y mantiene sus partes, en sensaciones y funciones en una admirable y armoniosa corriente vital. De este modo nuestro juicioso espíritu puede utilizar libremente este instrumento vivo y sano para los propósitos más elevados de nuestra existencia¨…¨se desarrollan los poderes medicinales internos como de índole espiritual de las sustancias crudas hasta un grado nunca visto¨.
Que aprendizajes destacas de tus años como médica homeópata?
La Homeopatía es una instancia terapéutica más avanzada e integrativa pero claramente no inmortaliza ni santifica. Durante la práctica de esta medicina se observa una mayor capacidad de reflexión de los pacientes acerca de su propia vida y del sentido de la misma, algo que no es forzado, pero se ve habitualmente un cambio de conciencia que lleva a una apertura fraterna hacia los demás. A través de las diferentes entrevistas se observa un grado mayor de conocimiento de sí mismo que permitiría el reconocerse como verdaderos seres humanos.
Hahnemann dedicó toda su vida al estudio y perfeccionamiento de esta ciencia, su medicina fue usada en muchos países al mismo tiempo, no sólo por San Martín, sino también por ejemplo por Napoleón,
Su póstuma frase fue ¨Los más inestimables tesoros son una conciencia irreprochable y una buena salud; el amor a Dios y el conocimiento de sí mismo dan lo Uno, la Homeopatía da lo otro¨.
Somos muchos los que practicamos y seguimos sus enseñanzas, para beneficio y dignidad nuestra y de nuestros pacientes.
Biografía:
Sandra Scoccimarra nació en San Pedro, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Fue médica tocoginecóloga y jefa de residentes en dicha especialidad en el Hospital Gregorio Aráoz Alfaro.
También se desempeñó como médica ad honorem del Sector de Climaterio Hospital Bernardino Rivadavia de Buenos Aires y fue colaboradora docente en el servicio de ginecología en el sector Climaterio.
En la actualidad reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es Médica Homeópata Unicista egresada de la Asociación Médica Homeopática Argentina (AMHA), ayudante de Cátedra de la Clínica Médica de la AMHA y colaboradora docente de la cátedra del Organon de la Escuela Médica Homeopática Argentina.
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